Buenas tardes compañer@s, el domingo pasado fuimos unos pocos amigos con las motos a Badalona, una concentración motera, para hacer entrega de unos alimentos para los comedores sociales, y en verdad que fue muy interesante pues nos reunimos muchos y la colaboración,estupenda que de eso se trataba.
Quiero decir con eso que los moteros no somos tan malos como muchas personas piensan.
Un saludo de Juan.
El Blog de Agudo
Chambao (papeles mojados)
martes, 11 de noviembre de 2014
miércoles, 29 de octubre de 2014
Moteros: La Leyenda del uno por ciento
“En
aquellos tiempos conducir una moto significaba que cualquiera que
condujese una moto era tu colega. A nosotros (los Boozefighters) lo
que nos gustaba era corrernos unas juergas.” Gil Armas, de los
Boozefighters Motor Club.
En
1947 la celebración del 4 de julio cayó en fin de semana. Durante
aquel fin de semana en Hollister, California, igual que en otras
ciudades de Estados Unidos, se organizó una fiesta motera, con
diversas carreras y shows. La fiesta atrajo a muchos más
participantes (más de cuatro mil) de los que la organización
esperaba (menos de mil), lo que supuso algo de ruido en la ciudad,
pero nada que los múltiples bares locales no pudiesen asumir con
regocijo. Una estúpida
foto,
sin embargo, serviría de detonante para que, días después, lo que
sólo fue una fiesta, se convirtiese, en el imaginario colectivo de
los Estados Unidos, en un ataque agresivo de feroces moteros
borrachos y sin control sobre una apacible ciudad.
El
incidente Hollister fue una mindongada, una exageración de ciertos
medios de comunicación, un fake fotográfico
transformado en noticia. La leyenda del 1% comienza justo después.
En
el mismo año 1947 y a raíz de lo de Hollister, la Asociación
Americana de Motociclistas (AMA) decide arrinconar a aquellos
motoristas con mal aspecto, que montaban motos chopper y
transformadas (motos con una pinta penosa por aquel entonces) y que,
según la moral predominante, dañaban la imagen de los “motoristas
decentes”. Los moteros marginados por la AMA eran, en su mayoría,
ex-militares, soldados veteranos recién llegados de la segunda
guerra mundial, sin mucho dinero para maquillar sus motos y con
ganas de correr con ellas atravesando todo el país. De
repente se encontraron con que no les dejaban entrar en determinadas
fiestas, o los relegaban a los peores sitios, o eran verbal
o físicamente maltratados por el resto de moteros.
Aquellos
tipos marginados por el resto de motoristas comenzaron a ponerse un
parche en el brazo izquierdo de la chupa con el símbolo del “1%”,
en el lugar donde tenían antes el parche militar de su unidad, y
comenzaron a divertirse de nuevo y a pasar de las restricciones
moralizantes de la AMA. Varios otros se unieron, tuviesen o no
choppers. Nadie les iba a juzgar, y mucho menos a fastidiar, por la
ropa que llevasen puesta o por la moto que tuvieran. Nadie iba a
evitar que se divirtiesen. Y además, ahora, formaban parte de una
“selecta” unidad; los one
percenters,
por contraposición al 99% bienpensante y bien parecido. Así nació
el mito.
Un
año después aparecieron los Hells Angels y, junto a otros
grupos, outlaws y
clubs de motos (MCs), pretendieron apropiarse del símbolo del 1% y
de su significado. Lo consiguieron. Hoy, aquel humorístico uno por
ciento, que mostraba el orgullo de pertenecer a una minoría de
moteros libres, rechazados por el resto y que sin embargo no sentían
la menor tentación de cambiar de moto, de aspecto o de actitud, se
ha transformado; hoy el símbolo del 1% apenas supone una parte de
la parafernalia de ciertos grupos moteros y MCs, y de su peculiar
sentido de hermandad.
Pero
el 1% es mucho más; supone la pertenencia a una minoría (aunque no
te pongas parches, si montas en moto ya eres parte de una minoría)
que ensalza un especial sentido de diversión y de libertad, de
camaradería, de solidaridad y de insumisión. Curiosamente, el
parche del 1% supone la pertenencia a una minoría que no necesita
parches ni banderas. Y por eso me gusta; se trata de una moderna
especie de bandera pirata, y, como aquella, lleva ligadas ciertas
connotaciones criminales (en mi caso, sólo las derivadas de la
defensa personal, ya sabes, por aquello que decía Malcolm X, líder
de los MMI: “Si te interesa la libertad, necesitarás algo de
judo, algo de karate, necesitarás todo aquello que te ayude
a luchar por
la libertad.”). Un símbolo de libertad, en fin, que algunos
moteros tratan hoy de encorsetar influidos por los medios, por
cierta filmografía mitificadora y
por interpretaciones parciales y limitantes, ligándolo
exclusivamente a grupos y hermandades que olvidan que la verdadera
hermandad que el 1% representa es más amplia y sugerente (o tal
vez
miércoles, 22 de octubre de 2014
La Arquera de Mataro
Laia la arquera es una gran escultura monumental proyectada por Josep Maria Rovira y Brull que se encuentra en la Puerta Layetana de Mataró. Debido a su situación a la entrada de Mataró se la considera uno de los iconos contemporáneos de la ciudad.La escultura fue inaugurada el 1 de noviembre de 1998 ante 8.000 personas y costo 35 millones de pesetas.
Según el arquitecto Laia representa " la unió del hombre y la tierra.Tierra y naturaleza fértil maternal y terrible cuando se siente agredida. Diosa madre capaz de engendrar y general vida y así garantizar la pervivencia de la tribu." El arco hace referencia a la diosa griega Artemisa, hija de Zeus y Leto y gemela de Apolo, que era venerada por ser diosa de la caza, de los partos,de la virginidad y protectora de las niñas.
Según el arquitecto Laia representa " la unió del hombre y la tierra.Tierra y naturaleza fértil maternal y terrible cuando se siente agredida. Diosa madre capaz de engendrar y general vida y así garantizar la pervivencia de la tribu." El arco hace referencia a la diosa griega Artemisa, hija de Zeus y Leto y gemela de Apolo, que era venerada por ser diosa de la caza, de los partos,de la virginidad y protectora de las niñas.
jueves, 16 de octubre de 2014
miércoles, 1 de octubre de 2014
Suscribirse a:
Entradas (Atom)